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GuardiaReal


Tomando como origen de estas unidades especiales, el tiempo en que los godos dominaron la Península Ibérica, vemos que la guarda de la monarquía hispánica era encomendada al conde Spathario, empleo palatino que tenia como misión principal el gobierno de las tropas encargadas de la protección del soberano.

Cabe destacar que el último de los reyes godos tenia como empleado en la jefatura de su guardia al duque de Cantabria, el infante Don Pelayo, hijo de Fabila y primero de los reyes astures en iniciar la reconquista.

Quizás la más famosa de las guardas que aparecen en la Edad Media es la de los Monteros de Espinosa, nacida en el condado de Castilla en los albores del Siglo Xi con cinco nobles burgaleses (Sancho Espinosa, Flarcines Peláez, Armenter Tellois , Munio y Joanes Obequiz), tiene un origen incierto que se situa en los enfrentamientos que el Conde Sancho García mantuvo con el rey de Córdoba Muhamad ven Hixem ben Abdeljiabar ben Abderahman Anasir, intitulado “El Mohdi”, y que D. Pedro de la Escalera y Guevara pretende clarificarnos en su obra “Del origen de los Monteros de Espinosa”.

Lo que si queda recogido a través del historial de este Noble Cuerpo, es que para ser miembro de la Corporación, había que ser natural de la villa burgalesa de Espinosa de los Monteros y familiar de otro Montero además de Hidalgo. Destaca ser el único Cuerpo de Casa Real que permaneció fiel a cualquiera de las dinastías reinantes en la Península hasta su disolución por la II República en 1931.

Hoy en día esta recogido el nombre de esta nobilísima Corporación en una de las Compañías del Grupo de Honores de la actual Guardia Real.

Durante la baja Edad Media coexistieron distintas tropas palacianas que, aun teniendo como misión principal la salvaguarda de la Corona, hacían del mismo modo labores de Fuerzas de Orden Público, así en tiempos de Pedro I “El Cruel” eran coetáneos de los Armigueros o Escuaderos a Caballo, los Ballesteros de la Maza y los Ballestero a Caballo.

Fernández de Oviedo en su obra “Batallas y Quincuagenas” recoge la reorganización que después de las Guerras de Granada y en previsión de un futuro conflicto con Francia, realizaron los Reyes Católicos, para lo cual crearon un cuerpo “de dos mil y quinientos hombres de armas ordinarios de guarda” conocidos como “Guardas Viejas de Castilla”.

En la primera edición de la Novísima Recopilación se hallan varias leyes dadas por Carlos I y fechadas desde 1523 a 1551, en las que desde la 15ª hasta la 24ª tratan sobre los privilegios, exenciones y disciplina de esta unidad, mandando en la 23ª que una compañía de esta tropa, residiera continuamente en palacio para su guardia, denominándola de los “Cien Continuos” y que tienen su precedente en la privativa que D. Álvaro de Luna, en tiempos de Juan II de Castilla, que mandó armar para el servicio permanente en el Regio Alcázar, cien ballesteros montados que denominó “Continos”.

Después del atentado que Juan de Cañamares realizó en Barcelona contra el rey Fernando en diciembre de 1492, y fallecida en Medina del Campo la Reina Isabel, el Católico Rey mandó que los mozos de espuela le siguiesen con espada en mano, viendo el decoro que acompañaba a estos mozos, ordenó en 1504 que se les armara de alabarda, pieza de origen danés que la infantería Suiza extendió por el continente europeo.

A estos mozos de espuela los puso el Rey bajo mando del letrado y militar Gonzalo de Ayora, primero en introducir en las tropas españolas el empleo táctico del paso simultáneo a compás regular, cargo que ocupó el cronista cordobés hasta 1507, año en el que al volver Fernando el Católico de Italia, vio que el Capitán de su guardia personal había tomado partido por los príncipes Felipe y Juana, por lo que nombró como Jefe de los guardias armados de alabarda, al Capitán que mandaba la nueva unidad traída de Italia, Francisco Valdés, natural de Guadalajara que murió en la guerra de Navarra y al que sustituyó el Comendador D. Jerónimo de Cabanillas, Maestresala y Jefe de la guardia hasta la muerte del Rey.

Esta unidad que vestiría al estilo suizo, “con sayos medio colorados y medio blancos”, sería conocida en sus orígenes como “Guardia Española”, y a partir de Carlos I se la denominaría “Guardia Amarilla”, por cambiar su vestimenta al estilo alemán, con colores amarillos y blancos, introduciendo posteriormente el color carmesí, propio de la monarquía española.

En 1507, el Rey Católico trae de Italia otra guardia de características similares a la “amarilla”, denominada “Estradiontes”, que al empezar a prestar servicio en Palacio junto a la anterior cambiaría su nombre por el de “Guardia de la Lancilla”, tendría como peculiaridad el hacer servicio de forma mixta, es decir, a pie o a caballo indistintamente.

Es con la Casa de Austria cuando las unidades que desempeñan la labor de la Guardia Real adquieren su máximo esplendor, tanto por lo brillante de su misión como por las acciones en las que intervienen.

Es de destacar la influencia de las unidades europeas en los renovados ejércitos españoles, así, con la llegada de Felipe el Hermoso a Fuenterrabía el 29 de mayo de 1502, trae consigo una “Guardia Noble de Archeros de Borgoña” que con el más puro estilo borgoñón permanecerá prestando servicio hasta la renovación de las Tropas de Casa Real realizada por Felipe V.

Era privilegio de esta guardia, el tener mandos naturales de Borgoña, ser noble y natural de los Países Bajos o de Borgoña, por lo que se los conocía como “acroys”.

Carlos I en 1519, nombrado Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, trae desde el Imperio Centroeuropeo, una guardia de características idénticas a la Guardia Española que se denominará “Guardia Alemana” o “Tudesca”.

Con los inválidos de las Guardias Española y Tudesca creará un receptáculo conocido como “Guardia Vieja” para custodia de “aquellos infantes que pongan casa aparte”.

Con motivo de las intrigas del Cardenal Richelieu y el Rey de Francia, que pretendían invadir los Países Bajos y repartirse este territorio con los Estados Generales (tratado de París de 8 de febrero de 1635), el Conde Duque de Olivares crea en 1634, con el beneplácito de Felipe IV, una Coronilla de 2.500 a 3.000 plazas conceptuándolas como Tropas de Casa Real, denominándola Regimiento de “Guardias de Infantería del Rey Felipe IV”, más conocido con el nombre de “Guzmanos” por estar al mando el propio D. Gaspar de Guzmán.

Este Regimiento en cuanto estuvo completo de armamento y material, se dirigió a Cataluña para unirse al ejército en la guerra contra los franceses, desplazándose en la misma campaña a la cornisa cantábrica, se cubrió de gloria en las batallas de Fuenterrabía, destacando la de la ermita de Guadalupe, en el monte Jaizquibel, de 7 de septiembre de 1638, en las que conquistó más de treinta banderas de las sesenta que perdieron los franceses en este sitio.

En 1641 el Regimiento se desplazó a Extremadura para reducir a la obediencia la independiente Portugal del Duque de Braganza, para lo cual se le añadieron dos compañías del Tercio Viejo de la Armada del Mar Océano, todo ello bajo el mando de D. Juan de Austria, hijo natural de Felipe IV.

Tal era la repugnancia que sentía este joven Príncipe por el Regimiento, que mandó en nombre del Rey, se redujera al pie de tercio ordinario de infantería por Real Orden de 2 de marzo de 1661, quedando suprimidos los privilegios que se les habían dispensado como Guardia Real y agregadas las compañías de la armada, dando el mando al Maestre de Campo D. Gonzalo Fernández de Córdoba, que pasó revista el 27 del mismo mes, participando ya como Tercio, en los sitios de Onguella, Arrenches, Beiros y Ocrato.

Este Regimiento ha llegado hasta nuestros días conocido como “Inmemorial del Rey” Nº 1, nombre que al desaparecer dicha Unidad en la segunda mitad de los años ochenta, es heredado por la Agrupación de Tropas del Cuartel General del Ejército.

La Reina Dña. Mariana del Austria y su confesor, el Padre Juan Everardo Nithard, decidieron el 29 de abril de 1669, durante la minoría de edad de Carlos II, y por temor a las intrigas de D. Juan de Austria, configurar un nuevo Regimiento de “Guardias de Infantería del Rey Carlos II”, que se conocería con el sobrenombre de los de la “Chamberga”, por utilizar la casaca puesta de moda por el Mariscal francés Mr. Chamberg, y nombrando como Jefe Superior de las tropas al Marqués de Aitona.

Este Regimiento se distinguió, al igual que los “Guzmanos”, en las luchas mantenidas contra los franceses, en concreto en la guerra del Rosellón de 1674.

Fue exonerado del carácter de Guardia Real por Orden del Rey, con fecha 22 de enero de 1677.

Con motivo de la paz de Ryswick, el 27 de diciembre de 1697, Carlos II configura un Regimiento de “Caballería de la Guardia” al mando del Príncipe Darmstad, y que con la reforma de Felipe V se reconvertirá en dos cuerpos del ejército regular con la denominación de “Reina” y mando del Duque de Veragua, y “Real de Asturias” bajo las ordenes de D. Francisco Ronquillo Briceño, que por Real Orden de 10 de febrero de 1718 pasa a llamarse “Principe”. Se distinguieron ambas unidades durante la campaña de Portugal en 1704.


El Marqués de Louville, venido en compañía de Felipe V, con carácter de Gentilhombre de la manga, estaba tan versado en los negocios diplomáticos que con ayuda del propio ministro de Luis XIV, procedió a innovar el sistema antiguo de la Casa de Austria. Para ello lo primero que pretendió, fue la disolución de los antiguos cuerpos reales y la creación de un Cuerpo de Casa Real de 6000 hombres (dos regimientos de infantería, el primero flamenco, el segundo español; y uno de caballería(, de los que 1200 serían de infantería y 800 de caballería para servicio directo de la Familia Real.

Tras la marcha de Felipe V, el 8 de abril de 1702, a los reinos de Italia, aconsejado por su abuelo el Rey de Francia, se formó un cuerpo muy lucido al mando de D. Francisco Gaetano de Aragón, hijo del Duque de lorenzana, y aunque al fijar el número de tropas de Casa real en 1705 se determinó que este regimiento viniese a prestar sus servicios en España, no se tiene documentación de su paso a la península ibérica.

Hay que hacer destacar, que durante la Guerra de Sucesión, no solo Felipe V dispuso de tropas a su servicio personal, también el Archiduque Carlos mantuvo unas unidades de escolta que, según nos relata el Conde de Clonard, en sus “Memorias para la Historia de las Tropas de la Casa Real”, citando a Felíu, consistieron en un regimiento de Caballería y un regimiento de Infantería que formaron los catalanes con fecha 15 de noviembre de 1705 y debido al proyecto de D. Antonio Pesquera y Aimerich. Esta Unidad consistía en una compañía de Granaderos y diez compañías de Fusileros. La denominaron “Real Guardia Catalana”.

Pero las influencias a las que estaba sometido Felipe V por parte del Rey de Francia, iban a permitir entrar al servicio de la seguridad real, una unidad típicamente francesa, “Los Mosqueteros de la Guardia de la Persona”, que comenzaron su labor en Milán el 21 de octubre de 1702.

Tal fue la influencia francesa para la tropa al servicio de la Corona española, que no se varió ni siquiera la uniformidad, ya que la compañía que servía en España estaba vestida exactamente igual que la primera de las unidades que prestaban servicio a la Corona francesa.

En octubre de 1702, se crean las “Reales Guardias Walonas”, al mando del Duque de Havre y en diciembre de 1703 se configura el Regimiento de “Reales Guardias Españolas de Infantería”, eligiendo por coronel al Conde de Aguilar, concediéndoles las primeras ordenanzas con fecha 29 de septiembre de 1704 y por bandera el pendón morado de Castilla. Se las dio la misma antigüedad, enero de 1703, y realizaron su primer servicio en el campo militar de Alcántara, quedarían disueltos, los dos regimientos, en la legislación publicada en 1823.

Felipe V concedió a estas Guardias, jurisdicción privativa, tanto civil como criminal, así como fuero activo y pasivo, mediante Real Cédula de 17 de diciembre de 1705.

Para Protección de la Reina, mientras el Rey permanecía en los estados italianos, se crea un cuerpo de caballería, el “Real de España”, que dividido en dos compañías, conformará con la compañía de “Mosqueteros” y otra levantada en Italia por el Duque de Pópuli, “Los reales Guardias de Corps”, con fecha 12 de junio de 1704, y bajo el mando de el Condestable de Castilla, el Conde de Lemos, el Príncipe de Tserclas y el Duque de Pópuli. Los tres primeros, acompañaron al Rey en la campaña de Portugal, prestando en Casteldavide su primer servicio a la Corona, y disolviendo S.M. los Archeros de la Cuchilla, que eran los que hasta ese momento le prestaban escolta, todo ello bajo la supervisión del Intendente General Mr. Orri.

De las distintas variaciones que ha sufrido este Cuerpo a lo largo de su historial, cabe destacar, según la Colección de Ordenanzas de D. Antonio Portugués, la creación de una cuarta compañía de Guardias de Corps el 7 de abril de 1793, denominada Compañía Americana, para que prestaran servicio inmediato a S.M., todos aquellos súbditos españoles. Que así lo deseasen, de los dominios del otro lado del océano.

Con motivo de la guerra contra Portugal, en junio de 1762, y a resultas del pacto de familia, se desplazan hacia la frontera, los regimientos de Guardias de Infantería para ponerse bajo el mando del Teniente General Marqués de Sarriá. Por Real Orden de 2 de julio, emitida por el Ministro de la Guerra D. Ricardo Wall, se mandó al Jefe de los Regimientos de las Reales Guardias, la creación de compañías de cazadores de 50 plazas, que se denominaron “Compañías de Alternación”, cuya saca se hizo de las de los fusileros.

Por Reales Ordenes de 3 y 14 de mayo de 1793, el Duque de Osuna, D. Pedro Alcántara Téllez Girón, Coronel Jefe de las Reales Guardias Españolas, obtuvo permiso de S.M. para levantar a su costa seis compañías de cazadores, a las que enseñó el manejo del cañón, por lo que se denominaron “Compañías de Cazadores Artilleros de las Reales Guardias Españolas de Infantería”, posteriormente quedaron disueltas por decreto de 8 de abril de 1803 y vueltas a configurar con motivo de la guerra de la Independencia el 13 de enero de 1809.

Los regimientos de caballería y los de dragones, solían armar a tres soldados para servicio de exploración o descubierta, a los que se les denominaba carabineros. En 1721 se configuran veinte compañías de carabineros que debían incorporarse a los distintos regimientos de caballería. En 1730 se ordena que para una mayor efectividad en la acción del fuego del Arma, se concentrasen en una Unidad Superior, creando así una Brigada de Carabineros, a la que se encargó el 4 de enero de 1742, la misión de proteger al Monarca como premio a la labor desarrollada en la Guerra de Italia. La primera Ordenanza por la que se rigieron fue la dictada el 7 de octubre de 1732 y el mando de la Unidad de la nueva “Brigada de Carabineros Reales” recayó sobre el Duque de Vieville. Dejó de existir como unidad del Arma de Caballería en 1823.

También a semejanza de la corte francesa, Felipe V mandó crear una compañía de “Granaderos a Caballo”, con fecha 26 de diciembre de 1731, sacando los soldados de los regimientos de dragones de Bélgica, Batavia, Sagunto, Numancia y Lusitania. Se dio el mando de Capitán al Brigadier D. Bernardo de Marimón, saliendo inmediatamente a prestar sus servicios al Infante D. Carlos en tierras italianas. Al igual que la Brigada de Carabineros, dejó de existir como unidad, según el Conde Clonard, en el año 1748, después de la guerra de Italia y como reestructuración del ejército español.

Los regimientos de caballería y los de dragones, solían armar a tres soldados para servicio de exploración o descubierta, a los que se los denominaba carabineros. En 1721 se configuran veinte compañías de carabineros que debían incorporarse a los distintos regimientos de caballería. En 1730 se ordena que para una mayor efectividad en la acción del fuego del Arma, se concentrasen en una Unidad superior, creando así una Brigada de Carabineros, a la que se encargó el 4 de enero de 1742, la misión de proteger al Monarca como premio a la labor desarrollada en la Guerra de Italia. La primera Ordenanza por la que se rigieron fue la dictada el 7 de octubre de 1732 y el mando de la Unidad de la nueva “Brigada de Carabineros Reales” recayó sobre el Duque de Vieville. Dejó de existir como unidad del Arma de Caballería en 1823.

También a semejanza de la corte francesa, Felipe V mandó crear una compañía de “Granaderos a Caballo”, con fecha 26 de diciembre de 1731, sacando los soldados de los regimientos de dragones de Bélgica, Batavia, Sagunto, Numancia y Lusitania. Se dio el mando de Capitán al Brigadier D. Bernardo de Marimón, saliendo inmediatamente a prestar sus servicios al Infante D. Carlos en tierras italianas. Al igual que la Brigada de Carabineros, dejó de existir como unidad, según el Conde Clonard, en el año 1748, después de la guerra de Italia y como reestructuración del ejército español.

En el año 1800 y con motivo de la guerra contra Portugal, Manuel Godoy, Príncipe de la paz, crea un cuerpo de caballería ligera (un Escuadrón de Húsares y otro de Cazadores) que destinó para su guardia personal, pero formando parte de la Brigada de Carabineros Reales, denominándola “Guardia de Honor del Almirante”.

A los “Batallones de Marina”, por Real Orden de 20 de agosto de 1806, se les declaró nivelados con los regimientos de guardias de “Infantería”, “Alabarderos” y “Carabineros Reales”, gozando de todos sus fueros y prorrogativas; pero no se consideró que la Infantería de Marina había ingresado como Tropas de Casa Real hasta el 12 de septiembre de 1815, que expidió S.M. la siguiente orden: “Habiendo ocurrido algunas dificultades en el uso de los privilegios de que goza el cuerpo general de la Real Armada, y conformándose el Rey N.S. con el parecer del Supremo Consejo del Almirantazgo, a quien ha oído acerca de este asunto; se ha servido S.M. mandar que para cortar toda duda y competencia, se repita de nuevo la Real orden expedida por este Ministerio de la Guerra en 20 de agosto de 1806, en que terminantemente se declaró que el cuerpo de los batallones de Marina está en un todo nivelado con las guardias de infantería española y walona, Alabarderos y Carabineros reales, no solo en la misma acción atractiva de que ellos gozan, y en el modo y forma de enjuiciar las causa y formar las sumarias, que es una parte de sus fueros, sino igualmente en el completo que de todos los demás privilegios y consideraciones que en todos casos y circunstancias tengan los individuos de dichos cuerpos como tropa de Casa Real; lo cual no solo se funda en las varias y expresas Reales declaraciones que hay sobre la materia, sino también en la posesión en que han estado los cuerpos de la Real Armada, singularmente en las campañas de la última guerra con Francia, consentida y tolerada sin oposición por los demás cuerpos del ejército, precisamente en el servicio al frente del enemigo, que es cuando con más razón deberían disputarse tales honrosos privilegios, a no hallarse suficientemente autorizados y reconocidos. Y para que tampoco puedan suscitarse dudas en cuanto al uso de unos mismos privilegios entre los mismos cuerpos que los disfruten, se ha servido S.M. resolver, conformándose con el dictamen del propio Consejo del Almirantazgo, que todos los de Casa Real se arreglen a su antigüedad respectiva, sin disputárselos a la Marina ninguno de los demás cuerpos del ejército. Igualmente ha venido S.M. en mandar que se restablezca en la corte el Juzgado de la Dirección general de la Real Armada, en el modo y forma que fuere erigido en el año de 1803 y posteriores Reales resoluciones. Dios guarde a V. muchos años. Madrid, 17 de septiembre de 1815. – Campo Sagrado.- Circular al ejército”.

Resta decir que la uniformidad de los “Batallones de Marina” era, por Orden de 21 de octubre de 1815, exactamente igual a la de las Reales Guardias de Infantería y que dejarían de depender de la Casa Real pocos años después.

En la actualidad esta recogido el nombre de la “Mar Océano” en una de las compañías representativas de los tres ejércitos que se encuadran en el Grupo de Honores de la Guardia Real de Juan Carlos I.

Asentado de una manera definitiva en el Trono el Rey Fernando VII, tras la reforma constitucional de Francisco Martínez de la Rosa (28/II/1822 – 5/VIII/1822), la muerte del Teniente Mamerto Landáburu a manos de sus propios hombres (30/VI/1822), y la negación de una sección de la guardia a marchar al son del himno de riego, suscitó una respuesta violenta por parte de la Guardia Real (2/VII/1822). Las tropas que se encontraban en El Pardo iniciaron su marcha hacia Madrid (6/VII/1822), siendo vencidas por la Milicia Nacional y el ejército.

En consonancia con los hechos ocurridos, el Ministro de la Guerra, D. Miguel Ibarrola, dictó sendos Reales Decretos con fecha 1 de mayo de 1824 y 25 de abril de 1825, por los que se llevaba a cabo la reorganización de la Guardia Real, creando una “Guardia Real de Línea”y una “Guardia Real Provincial”.

La Guardia Real de Línea estaba a su vez dividida en Guardia Interior (Alabarderos y Guardias de la Real Persona), cuya misión era encomendada dentro del Regio Alcázar, y Guardia Exterior (una división de Infantería subdividida en dos brigadas de Línea, una división de Caballería, el escuadrón de Artillería, una compañía de Zapadores-Minadores y otra compañía del Tren), que tenían la labor de protección del exterior de Palacio y de las Reales Personas cuando se desplazasen fuera de él.

Para ser oficial de la Guardia Real era necesario acreditar nobleza, buena conducta, talla regular, disposición física para la guerra, instrucción del Arma al que se pertenecía y adhesión acreditada a la persona del Rey, así como haber servido un número determinado de años en el ejército, supliendo las acciones distinguidas los años de servicio.

En cuanto a la Guardia Real Provincial, el Rey deseando dar testimonio a la fidelidad demostrada por los Regimientos de Milicias Provinciales, creó, con fecha 9 de agosto de 1824, la Guardia Real Provincial enmarcándola de la siguiente forma: 1.- Los Granaderos y Cazadores de los Regimientos de Milicias Provinciales formarán parte de mi Guardia Real de Infantería. 2.- Las compañías de Granaderos de todos los regimientos provinciales se organizarán en seis batallones que formarán dos regimientos de tres batallones cada uno. 3.- Lo mismo para las compañías de Cazadores. 4.- Los dos regimientos primeros formarán la “Brigada de Granaderos Provinciales de la Guardia Real de Infantería”. 5.- Los dos segundos formarán una brigada que se denominará”Brigada de cazadores Provinciales de la Guardia Real de Infantería”. 6.- Cada una de estas brigadas las mandará un Mariscal de campo. 7.- Las dos brigadas formarán una división cuyo Comandante General será un Teniente General, Inspector General de Milicias Provinciales. 8.- La Brigada de Granaderos Provinciales y la de Cazadores alternarán por años en el servicio en Mi Guardia.

Durante la Guerra civil de 1833 a 1840, el pretendiente D. Carlos, emitió una Real Orden y Reglamento con fecha 20 de agosto de 1834 para la compañía de Infantería y destacamento de Caballería de la “Guardia de Honor de S.M.”

La Compañía de Infantería la debían componer cuarenta navarros, veinte guipuzcoanos, veinte vizcaínos, y veinte alaveses, y el destacamento de caballería, veinte navarros, todos ellos hijosdalgos.

El Duque de la Victoria, Regente el 3 de agosto de 1841, dictó con esta fecha una nueva reorganización de las Tropas de la Casa Real, dejando en la Guardia Real Exterior, dos regimientos de infantería de tres batallones cada uno. Otro decreto de 6 de diciembre de 1841 suprimía la Guardia Real Exterior, dando el servicio en Palacio por riguroso turno, los cuerpos de guarnición en Madrid.

Probablemente este último Decreto lo propició el intento de pronunciamiento que llevaron a cabo los Generales Concha y León. Acaecido el 7 de octubre de 1841, sería el acto de armas más significativo que figuraría en las memorias de las unidades al servicio de la Casa Real. Con esta fecha, el Regimiento de la “Princesa”, al mando del General Concha, penetró en Palacio con el beneplácito de la Guardia Real Exterior para, con la Reina Isabel bajo su tutela, intentar derrocar al Regente Espartero, pero el no haber contado con la disposición del zaguanete de alabarderos que prestaba servicio, bajo el mando del Teniente Domingo Dulce, y en el que a cambio de las numerosas bajas del regimiento, solo el alabardero Jaime Armengol perdió la vida, hizo que se demorase el tiempo suficiente para que acudiesen unidades de la Milicia Nacional y del ejército, fieles al Regente. En el intento, que no solo tenía que desarrollarse en Madrid, estaba involucrado la “Primera Lanza del Reino”, el que fuese miembro de la Guardia Real años antes, General Diego de León, así como varios diputados además de otras unidades militares que al final no tomaron parte en la sublevación.

El Consejo de Guerra formado por los Generales Capaz, Méndez Vigo, Cortinez y espinosa, Isidro, Ramírez, Grases, López Pinto y el Fiscal Minuissir, sentenció a muerte al Conde de Belascoaín (Diego de León), al diputado Montes de Oca y a los demás conspiradores, que el regente firmó para que las penas se cumplieran.

Tras el atentado que el cura Martín Merino infringiera a la Reina Isabel II el 2 de febrero de 1852, salvándole la vida el alabardero de escolta, se determinó la nueva organización de las unidades de la Guardia Real, ampliando dos compañías las Guardia de Alabarderos y creando el “Escuadrón de Guardias de la Reina”, en 1854 se suprimirían las unidades de Caballería, quedando únicamente para dar servicio a S.M. los alabarderos.

Cuando en 1868, el Gobierno Provisional, decide dar la Corona española al italiano Amadeo de Saboya(1870-1873), este al pisar suelo español quiere dar forma a un cuerpo especial para la custodia y guarda del Soberano, denominado “Cuerpo de Guardias del Rey”, pero fue tan efímero en el servicio como el propio Amadeo en el Trono de San Fernando.

Con la llegada al Trono de Alfonso XII (1874-1885) se restablece de nuevo el “Real Cuerpo de Alabarderos” y por Real Orden de 19 de abril de 1875 se determina la creación del “Escuadrón de Escolta Real”. Guardias que hereda su hijo y sucesor, Alfonso XIII, aunque cambiando la denominación en 1919, de la unidad de caballería por “Escuadrón Real “ a secas.

En el Reglamento de 23 de junio de 1881 aparece como Coronel Jefe Superior del Real Cuerpo de Alabarderos, S.M. El Rey, destacando que desde la Real Orden de 16 de noviembre de 1845, y hasta su disolución por la II República en 1931, el Cuerpo de Alabarderos se articuló de la siguiente manera: S.M. El Rey como Jefe Superior del Real Cuerpo ; a.) Mando: un Comandante General (que debía ser Grande de España y Capitán General o Teniente General); Segundo Comandante (Mariscal de Campo); un Capellán; un Médico; un Armero y una Banda de Música; b) Tropa; dos Compañías, cada una de ellas formada por: un Capitán (Brigadier o Coronel del ejército); un Teniente (de la categoría de Jefe en el ejército); dos Alféreces (Jefes en el ejército); un Sargento Primero (capitán); cuatro Sargentos (tenientes); diez Cabos (subtenientes o alféreces); ciento veinte Alabarderos (sargentos en el ejército), tres Tambores y Pífanos y dos Criados.

En la Guardia Real actual, al no haber diferencias de grado entre el ejército y las Tropas de la Casa Real , se conserva esta tradición y privilegio en la Consideración de Suboficiales que poseen los Guardias Reales profesionales de la Escala de la Guardia Real , declarada a extinguir en la Ley 17/1989 Reguladora del Régimen del Personal Militar Profesional.
La II República Española también aportó una unidad de Caballería a la historia de este Arma, tendría como misión principal la salvaguarda del Presidente y se llamaría “Escuadrón de Escolta Presidencial”.

Con la llegada a la Jefatura del Estado del General Franco, después de la Guerra Civil, se crea la necesidad evidente de constituir la Casa Militar de Su Excelencia el Generalísimo y Jefe del Estado, y al propio tiempo las Tropas y Servicios afectos que han de complementarla, creándola por Decreto de 5 de septiembre de 1939.

Por orden de 15 de septiembre de 1939, se distribuye la plantilla del personal perteneciente a la Casa de S.E. el Generalísimo y Jefe del Estado en el siguiente organigrama:

CUARTEL GENERAL 

  1.  Al mando de un General de División y un segundo jefe con la categoría de General de Brigada.
  2.  Siete Ayudantes de Ordenes.
  3.  Tres Ayudantes de Campo de los Generales 1º y 2º Jefe.
  4.  Una Secretaría de la Casa Militar.




TROPAS 

  1.  Plana Mayor de Mando.
  2.  Plana Mayor Administrativa.
  3.  Batallón de Infantería de la Guardia:
  4.  Plana Mayor de Batallón.
  5.  Banda de Música.
  6.  Tres Compañías de fusileros.
  7.  Una Compañía afecta de Fusileros Moros.
  8.  Una Compañía de Guardia Interior. (del partido).

CABALLERIA DE LA GUARDIA 

  1.  Escuadrón de Caballería Mora.
  2.  Sección de Caballerizas.

COMPAÑÍA MIXTA 

  1.  Mando.
  2.  Primera Sección: Destinos.
  3.  Segunda Sección: Motoristas.
  4.  Tercera Sección: Automovilismo.

PAGADURIA

COMPAÑÍA DE LA GUARDIA CIVIL
(Para servicio exterior de Seguridad).

Por Decreto de 4 de febrero de 1949 se reorganiza la Casa Militar del Generalísimo creando el Regimiento de la Guardia de Su Excelencia el Jefe del Estado, que tras diversas reorganizaciones perdurará hasta su muerte en noviembre de 1975.

Con fecha 22 de julio de 1969 es proclamado y de acuerdo con la Ley de Sucesión, Príncipe de España D,. Juan Carlos de Borbón, nieto del fallecido Rey D. Alfonso XIII.

Cuando S.A.R. el príncipe D. Juan Carlos de Borbón es proclamado Rey de España, en noviembre de 1975, se crea la Casa de S.M. El Rey, por Real Decreto 2942/75 de 25 de noviembre, unificando la Casa Civil y Militar del anterior Jefe del Estado y la Casa del S.A.R. el Príncipe de España.

La configuración de este nuevo organigrama estaba integrado por las Jefaturas de Protocolo, Cuarto Militar, Secretaría de S.M. El Rey, Intendencia de la Real Casa y Patrimonio.

Por Orden de 31 de diciembre de 1975, se crea el Regimiento de la Guardia Real, a base del antiguo Regimiento de la Guardia de Su Excelencia el Jefe del Estado, completando esta reorganización del Cuarto militar de S.M. con otra Orden de 31 de diciembre de 1976 que establecía la configuración del Cuarto Militar en un Cuartel General, un Regimiento de la Guardia Real y Unidades de Dependencia Operativa.

Asimismo el Regimiento de la Guardia Real era una compleja Unidad que se componía de una Plana Mayor, un Grupo de Seguridad Inmediata (Plana Mayor, una Compañía de Infantería, un Escuadrón de Lanceros, una Compañía de la Guardia Civil y una Brigada de la Policía Gubernativa), un Grupo Táctico (Plana Mayor, un Escuadrón Ligero de Caballería y tres compañías de Fusileros de plantilla similar a las Compañías de operaciones especiales existentes en las Divisiones Operativas del Territorio, cada una de ellas al mando de oficiales del Ejército de Tierra, de Infantería de Marina y de la Escala de Tropas y Servicios del Ejército del Aire y compuestas por tropa profesional de la Guardia Real), y un Grupo Logístico (Plana Mayor, Servicio de Artillería, Transmisiones, Intendencia, Sanidad, Veterinaria, una Unidad de Automovilismo, otra de Obras y una Sección de Artillería Hipomóvil).

Por Real Decreto 310779 de 13 de febrero se produce una nueva reorganización de la Casa de S.M. El Rey quedando configurada de la siguiente manera: Jefatura, Secretaría General, Cuarto Militar, Guardia Real y Servicio de Seguridad. En el citado Texto Legal desaparece la denominación de Regimiento, adquirieron la denominación genérica de Guardia Real.

El Artículo 6º del mismo Real Decreto, establece los cometidos esenciales de la Guardia Real, que son:

  1.  Proporcionar el servicio de guardia militar, rendir honores y dar escoltas solemnes a S.M. el Rey y a los miembros de Su Real Familia que se determinen.
  2.  Prestar análogos servicios a los Jefes de Estado Extranjeros cuando así se ordene.
  3.  Estará constituida por una Jefatura y por unidades a pie, a caballo y motorizadas, así como por los servicios correspondientes.
  4.  Las unidades de la Guardia Real ocuparán el primer lugar entre las unidades militares en los actos oficiales a los que asistan en cumplimiento de las misiones que les correspondan.
  5.  El Ministerio de Defensa prestará los apoyos de todo orden que precise la Guardia Real para el cumplimiento de sus misiones.

Por Real Decreto 1954/79 (BOE nº 194) de 4 de agosto se crea un Voluntariado especial, prototipo del que se desarrollaría en los tres Ejércitos, para aquellos jóvenes que deseando hacer voluntariamente el Servicio Militar, pudieran hacerlo en las proximidades de S.M. el Rey. Todo ello bajo el mando de oficiales y suboficiales de los tres ejércitos y con el apoyo de los oficiales, suboficiales y guardias reales profesionales de la llamada a extinguir, Escala de la Guardia Real

La incorporación de los Voluntarios Especiales y la modificación de las misiones a desempeñar por la Guardia Real, obliga a adoptar una nueva organización, quedando configurada de la siguiente manera:

  1.  Mando.
  2.  PLMM (Jefe de PLMM y 4 Secciones)
  3.  Sección Económico Administrativa.
  4.  Gabinete de Informática.
  5.  Grupo I
  6.  Dos Cia. de Control Militar.
  7.  Una Cía. Mixta.
  8.  Un Escuadrón de Lanceros.
  9.  Una Sección de Artillería Hipomóvil.
  10.  Grupo II
  11.  Compañía Monteros de Espinosa.
  12.  Compañía de la Mar Océano.
  13.  Escuadrilla Plus Ultra.
  14.  Grupo III 
  15.  Unidad de Servicios.
  16.  Unidad de Mantenimiento.
  17.  Compañía de Transportes.
  18.  Unidad de Música.
  19.  Unidades dependientes del Mando.
  20.  Cía. De Destinos.
  21.  Cía. de Transmisiones.

Estos jóvenes pasaban a engrosar las tres compañías representativas de los ejércitos en la Guardia Real, conformando como ha quedado descrito el Grupo II.

La primera de ellas, representativa del Ejército de Tierra, se la llamó “Monteros de Espinosa”, como homenaje al Noble cuerpo que dio servicio a la Casa Real desde el siglo XI.

La segunda compañía, bandera de la Armada Española en la Guardia Real, es de Infantería de Marina, denominada del “Mar Océano”, como recuerdo de las tradiciones históricas de los Tercios Viejos de Nápoles, de la Armada o Galeones, de Galeras de Sicilia, del Nuevo de Nápoles o del de la Armada del Mar Océano.

La tercera unidad es la correspondiente a la representación del Ejército del Aire, aunque cronológicamente hizo su aparición en la Guardia Real antes que la de Infantería de Marina, lleva el nombre de escuadrilla “Plus Ultra”, al igual que las otras dos compañías, como recuerdo de la magna gesta que la aviación española realizó en 1926.

Dicho Grupo II, una vez formado tenía como cometido fundamental, constituir la Unidad de Formación e Instrucción que nutría de personal, previa selección, la Escala de la Guardia Real, pasando desde aquél momento a integrarse como Guardias Reales en el resto de las Unidades.

La última reorganización que ha sufrido la Casa de S.M. el Rey se encuentra amparada por Real Decreto 434/88 de fecha 6 de mayo (BOE nº 112), quedando constituida de la siguiente manera:

  1.  Jefatura
  2.  Secretaría General
  3.  Cuarto Militar y Guardia Real
  4.  Servicio de Seguridad

Asimismo este Real Decreto en su artículo 6º enumera los cometidos esenciales de la Guardia Real, que no varían con relación al RD 310/79

Con motivo de la publicación de la Ley 17/1989 Reguladora del Régimen del personal Militar Profesional, en su disposición adicional sexta, apartado segundo, se prevé la extinción de la Escala de la Guardia Real, junto con otros muchos de los ejércitos, y determina en la disposición final quinta, que tal extinción se concluirá con la integración efectiva de sus miembros en el Cuerpo de la Guardia Civil, con arreglo a las normas reglamentarias dictadas por el Gobierno.

La Ley 17/1989 declara a extinguir la Escala de la Guardia Real, sin mencionar en absoluto, cualquier modificación de las misiones atribuidas reglamentariamente a la Unidad.

El Real Decreto 994/1992 desarrolla la integración del personal de la Guardia Real en el Cuerpo de la Guardia Civil, ciñéndose estrictamente al mecanismo de integración y posibles situaciones del personal afectado, dándole la posibilidad de acogerse a la situación de Reserva Transitoria del Ejército de Tierra reglamentada por RD 1000/85, suprime también, el reglamento de la Guardia Real aprobado por Orden 116/1982, eliminando el artículo segundo, que habla de las misiones de la Unidad, aunque como estas misiones están publicadas en el Real Decreto 434/1988, actualmente en vigor, siguen encomendadas a la Guardia las determinadas en el artículo sexto, punto 1º, de dicho Real Decreto.

Otro Real Decreto, el 984/1992, aprueba el Reglamento de Tropa y Marinería Profesionales de las Fuerzas Armadas, que de acuerdo con la Ley Orgánica 13/1991 sobre el Servicio Militar, configuran el modelo de la actual Guardia Real ya que el personal de Tropa y Marinería podrá acceder a los destinos de la Guardia Real, a cuyos efectos se determinarán los puestos de su plantilla orgánica que corresponden a cada ejército, empleo y especialidad.

Por todo lo expuesto, se deduce que la Guardia Real continúa con su composición y misiones características, viéndose afectada, eso sí, de un cambio provocado por la sustitución de Mandos y Tropa Profesionales de la Escala de la Guardia Real, por los miembros correspondientes de los tres ejércitos, con las lógicas repercusiones orgánicas y de infraestructura derivadas del distinto régimen del personal que se sustituye.

Así, dicho proceso se inició con la entrada en vigor del mencionado Real Decreto, causando baja por integración en la Guardia Civil o pase a la situación de Reserva Transitoria, de todos los Oficiales de dicha Escala en fecha 1 de febrero de 1993 y los Suboficiales en fecha 1 de julio de 1993, habiendo sido sustituidos en su totalidad por las Escalas media y Básica de los tres Ejércitos. Es, el personal de Tropa el que en un periodo de 10 años hasta el año 2002, el que se irá extinguiendo, bien por solicitud de pase a la Reserva Transitoria en los cupos que anualmente se determinen de acuerdo con las necesidades de la Guardia Real, o por su integración en el Cuerpo de la Guardia Civil, para lo cual la Legislación determina la fecha de los meses de julio de 1993, 1997 y 2002.

Esta dilatación en el tiempo ha permitido mantener la operatividad de la actual Guardia Real y facilitar la sustitución de la Escala, por Tropa Profesional de forma gradual. Cuestión, que se está llevando a efecto con la petición anual a los Cuarteles Generales de los Ejércitos de las plazas necesarias de Militares de Empleo, de acuerdo con la Plantilla aprobada.

A la vista de lo expuesto, la Guardia Real para adaptarse a la nueva situación de personal, vio la necesidad de adoptar una estructura orgánica que permitiera afrontar los nuevos tiempos de manera eficaz, conformándose e la siguiente manera:

  1.  Mando
  2.  Secretaría
  3.  PLMM
  4.  Jefatura y 4 Secciones.
  5.  Centro Financiero
  6.  Centro de Proceso de Datos
  7.  Cía. De PLM
  8.  Cía. De Transmisiones
  9.  Grupo de Escoltas (anterior Grupo I)
  10.  PLMM
  11.  Cía. Guardia Militar
  12.  Cía. Mixta
  13.  Bía. Real de Artillería
  14.  Escuadrón de Escolta Real
  15.  Grupo de Honores (anterior Grupo II)
  16.  PLMM
  17.  Cía. Monteros de Espinosa
  18.  Cía. De la Mar Océano
  19.  Escuadrilla Plus Ultra
  20.  Grupo de Logística (anterior Grupo III)
  21.  PLMM
  22.  Cía. De Abastecimiento
  23.  Cía. De Mantenimiento
  24.  Cía. De Transportes
  25.  Servicios:
  26.  Sanidad (Medicina, Farmacia y Veterinaria)
  27.  Religioso
  28.  Unidad de Música

Con esta nueva estructura orgánica, en la que se ha buscado una denominación de las Unidades subordinadas más acorde con las misiones asignadas a la Guardia Real y también a la Instrucción General 2/1991 del E.M.E. sobre Organización de la Fuerza; los Órganos y Unidades que la componen adquieren sus cometidos dentro del marco que establece el citado RD. 434/88 en su artículo 6º.

Así, se pueden establecer en líneas generales los cometidos de las Unidades de la siguiente manera:

  1.  PLMM: Órgano de Planeamiento y de apoyo a la decisión del Mando, que encuadra Unidades de transmisión de la acción de dicho Mando.
  2.  GRUPO DE ESCOLTAS: Unidad que asume fundamentalmente los cometidos de “Guardia Militar y Escoltas Solemnes”.
  3.  GRUPO DE HONORES: Asume CON su constitución fundamentalmente el cometido de “Rendir Honores”.
  4.  GRUPO DE LOGÍSTICA: Unidad que tiene como cometido esencial el proporcionar todos los apoyos de orden logístico que necesita la Guardia Real, así como a cualquier otro Organismo de la Casa de S.M. el Rey.

No obstante, las misiones encomendadas, se efectuarán desde el parámetro de una reducción paulatina de personal hasta llegar a una plantilla que ha pasado de la cifra de 2069 a 1495 en personal de Tropa, teniéndose que alcanzar dicha cifra en el año 2002, moviéndonos de esta forma dentro del marco de reducción que implica la aprobación de la Ley de Plantillas el pasado año.

En la actualidad la Guardia Real se estructura como sigue:

MANDO

El mando de la Guardia Real lo ostenta un Coronel del Ejército de Tierra. Cuenta con una Secretaría y una Asesoría Jurídica.

En sus labores le auxilia la Plana Mayor de Mando de la Guardia Real, compuesta por las secciones de:

  1.  Personal.
  2.  Asuntos Institucionales.
  3.  Seguridad e Inteligencia, Preparación y Empleo.
  4.  Logística.

También forman parte de este órgano el Centro Financiero y el Centro de Proceso de Datos.

La Unidad se organiza en función de los cometidos asignados en cuatro Grupos.

GRUPO DE PLANA MAYOR DE MANDO

Presta apoyo a la Plana Mayor de Mando y apoyo a las unidades de la Casa de S.M. que lo soliciten y está compuesto por:

  1.  Mando y Plana Mayor.
  2.  Compañía de Plana Mayor, que encuadra al personal de la Plana Mayor de la Guardia Real y al que presta apoyo en otras dependencias de la Casa de S.M. El Rey.
  3.  Compañía de Transmisiones, que materializa los enlaces necesarios de la Unidad, proporciona personal y material de transmisiones a diferentes Centros de Comunicaciones y apoya con megafonía en actos en los Palacios y Reales Sitios y en la Unidad. También encuadra a un Centro de Medios Audiovisuales
  4.  Unidad de Seguridad, que realiza los servicios de vigilancia y control de los tres cuarteles de la Guardia Real.
  5.  Servicio Religioso.

GRUPO DE ESCOLTAS

Proporciona las Escoltas Solemnes y forma parte del sistema de seguridad en el Palacio de la Zarzuela y aquellos Palacios y Reales Sitios que se determinen. Se compone de:

  1.  Mando y Plana Mayor.
  2.  Compañía de Guardia Militar , cuyo principal cometido es el control exterior de accesos en los Palacios y Reales Sitios.




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